Recién llegado de las vacaciones encuentro esta reseña en la web OcioZero, firmada por Juan Ángel Laguna Edroso, quien fuera mi editor en Saco de huesos, y no puedo por menos que sentir una gran emoción al ver que aquel que fue el primero en apostar por mí le dedica estas palabras a mi novela, El osito Cochambre.
Laguna Edroso, escritor a quien aprendí a admirar hace ya más de tres años, dice, entre otras cosas, esto:
«No, esto no va solo de contar historias, sino de transmitir sentimientos, de jugar con reflexiones, de generar una estética que se amolde a todo lo precedente pero sin abandonar nunca ese estadio mágico de desconexión que alcanza el lector cuando un libro lo embriaga; esto va de literatura, vaya».
Si queréis leerla entera, pinchad en este enlace.
En otro orden de cosas, estos días apartado del mundo virtual han dado para que pudiera ponerle fin a mi primera novela corta (Basilio Figueroa jamás pretendió serlo, aquel aún pertenecía al mundo de los relatos más largos, más frescos, más originales...), que tiene por nombre "Anoche, ya tarde, y la noche anterior". Se trata de un puro ejercicio de estilo narrado en presente y en primera persona, que anticipa un descenso a algún infierno interior. También dejé mi tercera novela, "Gespenst" a unos tres cuartos de la que será su longitud final. Por tanto, durante este mes pretendo acabar con todos los proyectos que traía empezados desde principios de año y comenzar con otros (la mayoría de ellos compartidos con grandes amigos y compañeros), de los que ya iré informando debidamente.
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