lunes, 29 de marzo de 2010

Entrega de premios en Herencia (Ciudad Real)

Aprovechando que hace poco recibí la foto del acto de entrega, y que por estas fechas se cumplen ya cuatro meses de aquel inolvidable día, me he tomado la libertad de colgar mi careto en el preciso momento en que recibo el diploma como ganador del II Certamen de literatura fantástica "El Caldero Mágico".

Así, con la foto por delante, podréis asociar a mi gesto facial el pensamiento que me taladraba machaconamente desde el momento en que salí a recogerlo: como me hagan hablar, van a descubrir de primera mano el motivo principal por el que me hice escritor en vez de orador...

El caso es que aquel día (29 de noviembre, y no 16, como aparece al pie de la foto) lleva asociada la magia de un recuerdo único e irrepetible, incrustado en mi memoria con todos y cada uno de sus elementos: la precipitada salida desde Seseña, el frío y la lluvia, el camino en la noche hacia un lugar que ninguno conocíamos, la compañía de Lolo y de mi chica, los murmullos del Barcelona-Real Madrid por debajo de la voz electrónica del GPS (y tras la calma de haber visto ganar al Dépor el día anterior), y después la cálida recepción en el coqueto salón de actos del Ayuntamiento de Herencia, la actuación de la pareja de cómicos que tuvo lugar más tarde, la piruleta, los aplausos, la satisfacción de haber llegado más lejos de lo que nunca hubiera imaginado...

Sólo eso. Una foto para recordar, que quería compartir con todos vosotros.

P.D.: ya tengo mi primer relato para el Calabazas forestal. Algo distinto a lo que suelo escribir, y por eso mismo, un reto más difícil de lo común. Hasta finales de junio tengo tiempo de acompañarlo con algún otro...

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