sábado, 13 de marzo de 2010

Reseña de la antología del I Certamen Ovelles Elèctriques (Parte II)



Continuamos con los doce relatos que me quedan por comentar, y así de paso contribuyo a hacer más llevadera la espera antes del gran día de mañana, en que por fin conoceremos el fallo del II Ovelles Elèctriques, un certamen que paso a paso va camino de convertirse en todo un clásico de la literatura de género.




Finalista: "Inmundicia", de Alejandro Muñoz. Un gran finalista, ciencia-ficción que muestra sin tapujos el reflejo oscuro del progreso humano. Se lee con agilidad e interés, y el final funciona a todos los niveles: impacta y te deja pensando. A reivindicar dentro de la antología.

"Exterminio", de Francisco José Segovia. Relato que sigue la misma línea que el anterior, aunque en este palpita un gamberro humor negro que no se revela hasta el final. No obstante, su tono no es humorístico ni mucho menos, sino más bien apocalíptico y desasosegante. A mi juicio, podría haber quedado finalista sin problemas.

Finalista: "El Curandero", de Héctor Gómez. Conozco el estilo de este autor, siempre fiel a sí mismo, y aunque no es el tipo de literatura que más me gusta, siempre consigue relatos interesantes. Su gran capacidad narrativa nos regala en esta ocasión una historia de venganzas a través del tiempo y de la carne, con el chamán de un pueblo indio como protagonista.

"El fin del infinito", de Francisco José Segovia. El único autor que repite en la antología nos ofrece esta vez un relato de calidad pareja al anterior. Ciencia-ficción pura que mantiene el interés y la intriga hasta un final que resuelve de manera elegante y satisfactoria.

"Locura", de Gracia Aguilar. Este es uno de los relatos que menos me convencieron de la antología. No por la idea, que es de lo más sugerente, ni tampoco por el tono de angustia que desprende, que está bastante conseguido. Quizá el final me pareció un poco ligero y no me consiguió transmitir lo que el autor hubiera deseado.

Finalista: "Los Héroes", de Miguel Gómez-Cabrero. En ocasiones, el aprecio humano por la supervivencia hace que el hombre sea despreciable. Breve, bien narrado, bien conducido y con un gran final. Pudo haber quedado entre los tres primeros puestos.

"Verano en Atlantis", de Ricardo Montesinos. Relato intimista, nostálgico, cautivador. Montesinos nos cuenta con maestría los recuerdos de una infancia imaginada, el extraño paso de la niñez a la edad adulta, la inundación de Barcelona, el fin del mundo tal y como lo conocemos. Algunos pasajes son inolvidables, como el de los niños jugando con el puntero láser del francotirador. Un gran relato.

"Ingeniería Aplicada", de José Ramón Vázquez. Podríamos correr el riesgo de tomarnos a la ligera este relato. Haríamos mal, pues tras su apariencia de chiste elaborado reside una mordaz crítica al consumismo y al verdadero motor que hace que el mundo gire: el marketing. Originalidad y tratamiento sobresalientes. Y además con mensaje.

"Ajena en la noche estrellada", de Álvaro Aranda. Manual de metamorfosis. En realidad no es un relato en sí, más bien se me antoja un desahogo puntual, narrado con agilidad, sobre lo difícil que es ser uno mismo y lo duro que resulta transformarte en otra cosa.

"El Gran Villano", de David García. Relato muy divertido y con sorpresa final. Sin más pretensiones que entretener, consigue su propósito y logra arrancar una sonrisa en el lector. El autor maneja bien el tempo, creando confusión y mutándola a lo largo del texto hasta llegar a un final de lo más descacharrante.

"El Demonio Errante", de Jordi Grados. Historia sobrenatural con tintes lovecraftianos. Se nos narra la caza de un monstruo y la condena a muerte de sus cazadores. No obstante, los diálogos coloquiales no le sientan nada bien, y la resolución del mismo se me antoja un tanto floja. Sea como fuere, un relato entretenido.

"Las Espadas Lloran", de David Prieto. Relato de capa y espada, historia de honor bien narrada y con ritmo. Sin embargo, no es el tipo de literatura que consumo, y tanta acción (aunque esté narrada con maestría) me suele parecer engorrosa y me saca del cuento.

Pues estas son mis apreciaciones, espero que ningún autor se sienta molesto con ellas, pues independientemente de mis gustos, he intentado destacar los aspectos más positivos de cada relato. En general, me parece una antología de nivel medio-alto, salpicado de algunas joyitas, dominado quizás por la ciencia-ficción, y cuyos relatos de relleno me parecen en muchas ocasiones superiores a aquellos que resultaron finalistas. Sea como fuere, es evidente la dificultad a la que tuvo que enfrentarse el jurado a la hora de dedicir, y puedo asegurar, sin miedo a equivocarme, que el resultado final es notable.

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