Nueva novela. Viejas historias

Varias cosas que contar, proyectos y noticias que se acumulan con el paso de los meses.

La primera es que en el mes de enero acabé mi segunda novela corta, un experimento de terror que de momento se moverá por varios certámenes en busca del premio gordo, y de la que quedé bastante satisfecho al tratarse de un juego de estilo que no había realizado hasta la fecha. Por razones de anonimato no diré su título, pero espero que algún día pueda enseñaros esta mezcla entre "El quimérico inquilino" y "Drácula" escrito en segunda persona y que da bastante miedito.

EDITO: acabo de conocer que mi novela corta ha sido una de las cuatro finalistas del II Certamen de novela corta de terror Ciudad de Utrera, según ABC Sevilla.

Como noticia mala, aunque ya la adelanté hace algunas semanas, está el hecho de que Ediciones del Cruciforme, la editorial que iba a sacar mi antigua antología de relatos, "Hipopotamia", ha decidido congelar el catálogo y por tanto no podré contar con ellos para editarla. No obstante, me plantearé sacar una edición propia en digital y en venta por Amazon al menor precio posible, seguramente para finales de año si las circunstancias me lo permiten. Sería una buena celebración de los cuatro años que en diciembre cumplirá mi primer libro en solitario, "Texturas del miedo".

Y, hablando de Saco de Huesos, resulta que esta editorial sacará a la venta, y como regalía de un interesante proyecto de crowfunding para un juego de mesa infernal (y en el que podéis colaborar por aquí si os interesa), la antología de relatos "Círculos Infernales", donde tengo el placer de colaborar con un antiguo relato titulado "FIN", que ya fuera seleccionado para la malograda antología Visiones 2010, con el que también quedé en el podio de un antiguo Certamen de El Reto en mi recordada web de El Multiverso, y que supone mi particular visión del infierno.

Quería, por encima de todo, concederme unas líneas para hablar sobre la nueva novela que estoy escribiendo, la quinta ya, que será mi regreso al género de terror. La narración tendrá el espíritu de "Gespenst" (de próxima aparición en la Stoker de Dolmen, novedad sobre la que ya os iré avanzando algunas cosillas un poco más adelante): un thriller ejecutado sobre una base real de la historia criminal y bélica de nuestro país, misterio y emociones con un crescendo de terror. Sin embargo, esta vez se trata de una historia con la que me une una fuerte implicación emocional, pues toma prestadas las lágrimas de un famoso y luctuoso caso de la crónica negra de España en el que he buceado hasta empatizar demasiado, tal vez más de la cuenta. De hecho, este grado de implicación me obligó a apartarme de la idea original y ficcionar todo por completo para obtener la distancia moral y de ánimo necesario para llevar a cabo su escritura. Algo que de otra manera no me habría atrevido a hacer, pero que de esta forma ha superado ya la barrera psicológica de las cuarenta mil palabras. Por tanto, quería aclarar que mi próxima novela será ficción de terror con cierta base real tomada de dos fuentes. De una no hablaré por respeto. De la otra solo diré que está relacionada con la histórica fotografía que encabeza esta entrada. Para quien no la conozca, se trata del primer bombardeo sobre población civil de la historia, un día en el que la humanidad firmó su sentencia de muerte al demostrar que había perdido por completo la cabeza. ¿Sabéis dónde fue? Sí, fue aquí, en España. Pero no, no fue Guernica...
Ah, lo olvidaba, como ya hice con mi anterior novela, pondré solo las iniciales que conforman el título de esta nueva obra: CEDSA. Ya sabéis, cosas del registro.

Para acabar, y por si creíais que me había olvidado de Nudos de cereza, solo quería deciros que ya he tenido la maqueta en mis manos y que en breve irá para la imprenta. Entre las semanas de impresión y las de distribución, es muy posible que mi segunda novela esté a la venta a finales de mayo o, como muy tarde, principios de junio. Pronto tendremos más noticias, nuevas imágenes promocionales, fechas y la ansiada portada, cortesía de Editorial Punto en Boca.

Hasta entonces.