jueves, 28 de noviembre de 2013

Surréaliste

David Lynch. Para la exposición en París de "The Air is on Fire".

He escrito cuatro novelas. Cinco si contamos esa extraña novela corta de hace dos veranos.
He escrito decenas de relatos e incluso, hace años, recopilé algunos de los mejores en un par de antologías eclécticas.
Publiqué una de ellas, "Texturas del miedo", y también la primera de mis novelas, "El osito Cochambre". Fue bonito, pero su tiempo ya pasó.

Pronto, este año que se avecina, sacaré (si todo va bien, que el camino ha sido duro, muy duro y muy largo) mi segunda y tercera novela, "Nudos de cereza" (mi niña mimada) y "Gespenst". El reto es apasionante y he vuelto a recuperar la ilusión, que no es poco.

Sin embargo, de lo que más orgulloso estoy de todo cuanto he escrito hasta la fecha es de mi libro de relatos "Grotesque".
Y lo curioso es que no sé si os he hablado alguna vez de "Grotesque".

Obra vilipendiada por mil y un editores, que no se atreven ni quieren atreverse a publicar algo que es una herida personal, sangrante, insensata, surrealista y lacerante, verdadera más allá de cualquier obra de ficción.
"Grotesque" ha sido varias cosas hasta el momento presente, pero lo que sigue siendo es mi cuenta pendiente con el mercado y la obra que me define como escritor. Tal vez más que como simple escritor. ¿Sabéis que estuve a punto de publicarla en México? Pues sí, pero luego la cosa se torció. Todo se torció. Habría gustado allí, estoy seguro.

Hoy rescato esto porque justo acabo de ponerle el punto final al segundo relato que va a formar parte de la cara B de "Grotesque". Mi segundo libro de relatos. Mi "Surréaliste".
Y lo saco a colación de que estoy contento. Contento porque vuelvo a escribir lo que quiero escribir y como lo quiero escribir. Y estoy convencido de que, algún día, podréis leer esta obra que aquí anuncio con tanta pasión y vehemencia. Algún día aparecerá ese editor valiente, ese corazón soplado que arriesgue su pelaje y apueste por "Grotesque". Ese será el día que todos podréis leerme. Leerme de verdad, digo.

Nada de ficción. Solo la verdad. Mi verdad. Literatura de debajo de las uñas. Para entonces, seguramente ya habré acabado con "Surréaliste". Y el empacho será de los gordos.

5 comentarios :

  1. Es una pena que solo nos permitan asomar un poco la patita cuando entramos por el aro y ofrecemos a los editores novelas a partir del molde que está funcionando en cada época. Tenemos de margen para la creatividad un espacio mínimo, y casi con total seguridad, si al final el editor de turno decide publicarnos, nos pedirá que hagamos cambios que impliquen eliminar lo poco que nos queda de identidad propia.
    Así que el garito se abre de puertas para los que tiran fotocopias, intenta no hacer anotaciones al margen ni ornamentos de ninguna clase. Cíñete al patrón.
    Ya sabes lo que opino, todo eso por el forro.

    ResponderEliminar
  2. Me da tanto asco cuando tienes razón con estas cosas...

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El mundo editorial: no triunfan los mejores, triunfan los que tienen más y mejores amigos. No triunfa la voz propia, triunfan los calcos de Stephen King y cía.

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar