sábado, 31 de diciembre de 2011

Última reseña del año, en Almas Oscuras

Nada mejor para acabar el año que el hecho de que me reseñen en una de esas webs que reviso varias veces al día, descubierta en este mismo 2011, y que no es otra que Almas Oscuras.

Una web de cine de género, serie B, gore, slasher y todos esos placeres culpables que tanto nos gustan a los amantes del terror; pero que, para variar y darle el toque de color necesario, no ofrece lo mismo que tantas otras del palo, sino que aboga por el análisis, la búsqueda casi patológica de extrañezas, la salpimentación con obras literarias, y la aproximación desprejuiciada a todo este material extraño y hemoglobínico que nos ocupa.

He hablado varias veces sobre el hecho de que Texturas del miedo no es una antología de cuentos de terror, sino una recopilación en forma de alegoría que expone todos los miedos de una etapa muy concreta de mi vida. No obstante, como no podía ser de otra forma, desde Almas Oscuras han sabido captar ese horror inherente a la obra y lo han resaltado sobre el resto de factores, redescubriéndome a mí mismo lo que de universal tiene el horror.

Es, por tanto, una reseña fresca, distinta a las que uno suele recibir del mundillo, y por eso me parece tan descontaminada como límpida en su análisis. Es, sin duda, una gran forma de acabar este año, el 2011, el de Texturas del miedo. Y desde aquí quería aprovechar para agradecérselo a su artífice, Joan Lafulla, a quien prometo seguir cultivando el género aunque sea a deshoras... y siempre, siempre, desde mi prisma personal: el de los miedos interiores, que son los miedos que valen, porque son aquellos que llevamos clavados a la carne.

Podéis leer la reseña pinchando aquí.

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